lunes, 20 de noviembre de 2006

Vámonos a Guatemala


Estimados amigos y amigas:

El Equipo Garra de Jaguar les desea lo mejor y como siempre, los
invita a descubrir nuevos lugares y a seguir soñando.
A pesar de todos los acontecimientos que perturban el buen
entendimiento entre los mexicanos (como el espantoso fraude y los
intentos por imponer a un candidato del Yunque), hemos decidido
seguir luchando por un país mejor con la misma alegría con la que
recibimos un nuevo día o con la misma sonrisa con la que nos
enamoramos (porque la Esperanza nadie nos la robará)
Es por eso que en este nuevo viaje queremos obsequiarles algo de una
cultura milenaria como es la maya, llevarlos a descubrir zonas
arqueológicas impresionantes (como Tikal, Uaxactún, Quirigúa o
Copán), disfrutar de reservas naturales como en Río Dulce y,
conducirlos a un viaje con los pueblos indígenas y sus costumbres
rodeados de impresionantes volcanes (por Panajachel, Antigua,
Santiago Atitlán, Quezaltenango...). Y porqué no, descubrir vestigios y
algo de la cultura maya en los museos de Guatemala.
Esperamos que este recorrido por Guatemala para recibir el Año nuevo
y llenarnos de buena vibra sea de su total agrado.

¡Sonrían y sean felices!

Equipo Garra de Jaguar

Nuestra página web (en construcción)

www.garradejaguar.com.mx

Itinerario

Lunes 25

Salida. La cita es a las 15 hrs. Afuera del Metro Zapata,
sobre Av. Universidad.

Martes 26

Llegada a la Frontera, donde se dará un tiempo para desayunar. La entrada a Guatemala será por Tenosique y de ahí tomaremos la carretera a Isla de Flores donde haremos una parada.
De ahí, nos vamos al Parque Nacional Tikal, donde vamos a acampar y en la tarde-noche se hará un recorrido para ver el atardecer en la zona arqueológica de Tikal.

Miércoles 27

Por la mañana se realizará una caminata de 5 horas y media para disfrutar de la zon arqueológica de Tikal. Se dará un tiempo para comer y posteriormente visitaremos la zona arqueológica de Uaxactún.
Por la noche se platicará de leyendas e historias de esta zona del Petén Guatemalteco.

Jueves 28


Nos vamos rumbo al Lago de Izabal, donde acamparemos en un lugar llamado Río Dulce. En este lugar se
pueden ver melancólicos atardeceres, nadar, pescar, reflexionar.

Viernes 29

Por la mañana tomaremos una lancha para irnos a Livingston, puerta de entrada al mar y una comunidad
guatemalteca muy especial.

Sábado 30

Visitaremos la zona arqueológica de Quirigúa, caracterizado por sus enormes estelas. Después de la visita,
dormiremos en un pueblo llamado Chiquimula, pueblo de paso para peregrinos que visitan el Cristo Negro o,
viajeros que vamos a Copán.

Domingo 31

Por la mañana cruzamos rumbo a Honduras para visitar la zona arqueológica de Copán (se incluye la entrada
a las ruinas y a unas pinturas que recientemente se descubrieron en túneles debajo de las ruinas)
Esta noche pasaremos el fin de año y recibiremos el nuevo en el pueblito de Copán, Honduras.

Lunes 1

Visitaremos algunos Museos sobre la Cultura Maya en la Cd. De Guatemala. Por la noche nos hospedaremos
en Antigua.

Martes 2

Este día será libre para recorrer este bello pueblo de Antigua y sus mercados de artesanías, sus iglesias, sus
callejones.

Miércoles 3

Se visitarán algunos pueblos ubicados alrededor del Lago de Atitlán como Sololá y Panajachel, asimismo, los
miradores desde donde se aprecia la belleza de este Lago. Por la noche descasaremos en Panajachel.

Jueves 4

Se realiza un recorrido por el Lago de Atitlán en una lancha y se visitan pueblos como Santa Catarina Palopó, San Antonio Palopó, Santiago Atitlán. Esta visita nos permite admirar la vida
cotidiana de pueblos indígenas, sus costumbres, su religión como es la adoración de un santo llamado Maximón y, es una gran oportunidad para comprar artesanías a muy buen precio y
sobretodo, originales, hechas por la gente de estas comunidades.

Viernes 5

Se visitará el pueblo de Quezaltenango y después, cruzaremos la frontera hacia México. Por la noche se tiene contemplado llegar a Puerto Arista, Chiapas para disfrutar de sus playas.

Sábado 6

El día será libre para disfrutar de la playa y por la tarde, iniciamos nuestro retorno al DF.

Domingo 7

Llegada al DF antes de las 12 hrs.

Notas especiales sobre el viaje

Costos que SI incluye el viaje:

Transporte terrestre en autobús Mercedes Benz
Hospedaje en Hotel y Camping
Préstamo de casas de campaña
Entrada a zonas arqueológicas (Tikal Uaxactún, Quirigúa, Copán)
Entrada a Museo sobre la cultura maya en la ciudad de Guatemala
Recorrido en lancha a Livingston de Río Dulce y en el Lago de Atitlán

Costos NO incluidos:

Alimentos y bebidas etílicas
Derechos de migración en Guatemala y Honduras ($200)

Requerimientos:

Pasaporte actualizado
Llevar dólares o cambiar pesos por quetzales en la frontera (1 peso= 0.65 quetzales)
Repelente de mosquitos
Impermeable, Sleeping o cobijas, Botas o tenis
Ropa liguera y para nadar, algo para el frío, Lámpara de mano y una mochila pequeña

De resistencia indígena: los Mayas de Yucatán durante el Gobierno de Porfirio Díaz.

En momentos en que el gobierno foxista anuncia medidas para borrar de un plumazo nuestra historia, al intentar desaparecer de los planes de estudio de secundaria la historia prehispánica o bien, intentos por mercantilizar la cultura y las zonas arqueológicas, se plantea de manera urgente, la tarea de rescatar nuestra historia y nuestro patrimonio cultural para que no quede en manos de unos cuantos empresarios.Ejemplos de mercantilización de la cultura hay varios, desde los cobros de $50 extras para entrar a Chichén Itzá o Uxmal, o la pretensión de construir un Wal-Mart a unos metros de Teotihuacan son algunos de esos hechos que nos llenan de enojo y nos animan a continuar ésta ardua tarea por rescatar nuestros espacios y defender nuestra cultura.
Presentamos un texto que refleja la situación de los indígenas de Yucatán a finales del gobierno de Porfirio Díaz, para darnos cuenta que pasan los años y la situación de los indígena son cambia, sino que por el contrario, empeora más.
Se dice que desde la Colonia, los mayas de Yucatán han resistido a sus opresores dando lugar a levantamientos y hazañas heroicas a lo largo de la península yucateca.En este lugar, durante el gobierno de Porfirio Díaz se vivía una situación muy difícil. Estaban en boga las haciendas y en particular, la industria del henequén. A medida que el cultivo del henequén se industrializaba, los capitalistas se dedicaban al despojo sistemático de los pueblos y arrancaban a los indígenas de sus cultivos agrícolas para aumentar la oferta de trabajadores y reducir los salarios.
Esta situación, que se fue agudizando con el desarrollo de las haciendas, generó un proceso de explotación y miseria en amplias regiones de nuestro país, afectando principalmente a las comunidades indígenas. Diversos autores, entre ellos B. Traven documentaros este periodo del gobierno de Porfirio Díaz en Chiapas, en Yucatán, en Oaxaca.
Se cuenta que en Yucatán se vendían a los indígenas como esclavos a los hacendados henequeros. Los indígenas eran arrancados de sus lugares de origen y en muchos casos se les traía desde el norte del país para venderlos en Yucatán o deportarlos a Cuba en calidad de esclavos. Este mecanismo también era utilizado para "aislar a los elementos perturbadores del orden establecido" (sic).Los indígenas eran vendidos "a razón de 65 pesos por cabeza, sin distinguir entre hombres o mujeres, niños o ancianos, repartiéndose el botín entre las autoridades y los militares que intervenían en las operaciones de arrancamiento, consignación, transporte y entrega".Esta situación se volvía insoportable y orilló a los indígenas a huir hacia la selva, buscando lugares inaccesibles, para resistir y vivir libremente. A diario salían cuadrillas de soldados para "cazar" a los indígenas que huían a un territorio mítico llamado Chan Santa Cruz donde podían ser libres.
Ermilo Abreu, nos cuenta de éste lugar fundado en tiempos de la Colonia. Se dice que uno de los cabecillas de la rebelión maya llevaba meses huyendo por los bosques, en completa soledad y encontrando desolación y muerte a su paso, pues encontraba los cadáveres de sus compañeros que no habían tenido tanta suerte. En esas andaba, escondiéndose en los árboles, cuidándose de los animales y de los soldados y cuando ya se resignaba a morir de sed, "descubrió un manantial que corría entre guijos y pedruscos. En aquella tierra árida, sin ríos ni lagunas, un remanso como aquél era un milagro del cielo. Sus ojos no se cansaban de contemplarlo, deleitándose con el correr de sus aguas mansas y cristalinas. Hombre de fe, tomó unas ramas y con ellas hizo una cruz y la plantó cerca del manantial.
"Entonces corrió en busca de de sus compañeros que vagaban por el bosque, los llamó y sus gritos se extendieron como el clamor por la anchura de aquella soledad. Corrió la noticia del hallazgo y, en poco tiempo, el sitio se convirtió en un bullicioso hormiguero de gente…."A partir de esas fechas Chan santa Cruz o, "Pequeña Santa Cruz", se convirtió en un centro de resistencia y aunque el gobierno mandó diversos grupos desde Valladolid para tomar el sitio, nunca pudieron derrotarlos. Desde esas épocas, los indios llegaban ahí para ser libres y romper sus cadenas.
Han pasado muchos años y la situación no cambia para nuestros hermanos indígenas. Muchas han sido las humillaciones que han sufrido. Ayer eran las haciendas del henequén, hoy, las modernas instalaciones turísticas que han arrancado a los indígenas de sus lugares de origen convirtiéndolos en simples "empleados" en condiciones muy precarias, modificando sus costumbres y lenguaje, mercantilizando su cultura, sus tradiciones y convirtiendo sus sagrados sitios arqueológicos como Chichón Itzá o la grande Uxmal en centros privados.
Textos consultadosABREU GOMEZ, Ermilo"La conjura de Xinum", Lecturas Mexicanas No 87, SEP.MANCISIDOR, José"El fin del Porfiriato", Cuadernos mexicanos, SEP-CONASUPO

José Dzul: una historia maya

Sentado sobre una piedra, una piedra muy antigua, José Dzul descansa, observando, en medio de la gran plaza, los componentes tradicionales del espacio sagrado maya. El Castillo, con sus cuatro escalinatas y la gran plaza que lo rodea, con sus cuatro costados, representan el gran espacio ritual, el Mar Primordial de la Creación.José observa, frente a él, aparece la Plataforma de Venus, dios de la guerra; a un lado, el gran Juego de Pelota y más allá, las Mil Columnas. Como desearía que sus hermanas, que el viejo chamán de su pueblo estuvieran ahí, junto a él, contemplando ese espectáculo. Pero es imposible, son personas que no suelen tener tiempo ni dinero para pagar el exorbitante precio de la entrada. Chichén Itzá se ha constituido en un lugar para turistas extranjeros, no hay lugar para el peregrinaje de los mayas. A sus costados, solo se observa la explotación sin límites de una cultura. Sus antiguos pobladores han sido desplazados para dejar este lugar en manos de los grandes señores del dinero. Para José no hay lugar para la reflexión, sobrevive de la venta de artesanías, oculto, sin ser visto escapa a los guardias y recuerda, recuerda esas noches en que, con sus amigos los ha visto, a ellos, a los que permanecen ocultos, haciendo sus danzas, regresando al Cenote Sagrado, regresando cada noche a recuperar lo que es suyo. Dicen los que saben, los que saben hablar con las estrellas, con la noche, los que perciben los sonidos del silencio que ellos aguardan, que nos observan esperando el momento para volver.José descansa. Ha vendido algunas figurillas que su familia hace en un pueblito cercano a Mérida. Desde allá, sus hermanas le traen las figuritas que por siglos han tallado transmitiendo esa vieja tradición de mano en mano. Las figuritas nacen de esas manos, llegan como recuerdos, perdidos en algún lugar, de un remoto mundo en que un padre enseñó a su hijo cómo tallar la figura de sus dioses. Recuerdos que se transmiten desde que El enano de Uxmal los enseñó a su pueblo. Las figuritas traen la historia, expresan leyendas perdidas en la selva, representan el ayer.
Sus pasos se pierden entre los miles de turistas, una y otra vez choca con ellos, huye, se refugia en sus templos, en la oscuridad de la noche. Los turistas no lo ven, no lo escuchan, se esconde entre las sillas una vez concluido el espectáculo de Luz y Sonido.Se disculpa con sus sueños y emprende el camino. No se sabe cómo es que ha llegado a este lugar, pocos lo conocen, es un niño, pero recuerdan que siempre ha estado ahí, durmiendo entre los templos, soñando entre sus muros, conoce las entradas secretas y los caminos que nadie anda.José discute con un vigilante, vende sus figuritas, platica con una familia mexicana, ofrecen sus servicios de guía a unos chavos universitarios. La tarde se esfuma. Así pasan los días.Dicen que José lo conoce todo y que se burla de los guías oficiales que se multiplican en las entradas, que desmoronan la historia con burdas explicaciones. No lo saben, no lo entienden, se beben esos libros de texto que desfiguran la historia, que desaparecen la cultura prehispánica. Se burlan de estos dioses, acribillan la cultura pues lo único que les interesa es el dinero, ese dinero de los gringos, no les preocupa su pueblo.José Dzul no busca en su bolsillo, no importa que no haya comido, él busca en el fondo de su corazón, ¿una respuesta?, lo busca todo, descubrirlo todo. Camina entre gentes que no lo sabemos, que sólo creemos, que pensamos ¿qué pudo ser este lugar? Y José nos busca, nos habla a través de sus artesanías, nos enseña su tierra, sus mitos y no entendemos, no lo entendemos.
José descansa debajo de un árbol. Mientras duerme, recorre la ciudad sagrada. Ahí está el Gran Juego de Pelota, cientos de gentes celebran el mito de la Creación extasiados con el espectáculo sacrifical. Otros danzan, su danza es fundamental para regenerar la vida. José recuerda. De esos recuerdos emerge el viejo Pablo, chamán de su pueblo para narrarles la leyenda de los Hermanos gemelos. Ixbalanqué y Hunahpú emergen en la oscuridad, después de varias pruebas y del Juego de Pelota, logran vencer a los Señores de la Muerte. Su triunfo es celebrado, José Dzul se imagina danzando de un lado a otro mientras espera. Atento, escucha el rumor. Un rumor se extiende por toda la ciudad, el rumor de la noche, un coro que viene del Gran Cenote y escucha, escucha atento el griterío. Ahí están sus abuelos, el Chamán de su pueblo y otros rostros que no conoce pero los recuerda. La gente reunida alrededor del Juego de Pelota grita, extasiada, Al fondo, desde el Mercado, desde las Mil Columnas ellos aguardan, el Gran Sacerdote, la comitiva del Consejo de Nobles, decenas de reyes y reinas, aguardan.El momento ha llegado, los Portales Cósmicos se abren. Debajo del Juego de Pelota, del Gran Cenote emergen, ellos saldrán y José aguarda, extasiado, a que la noche lo cubra con su manto.

Sobre el Juego de Pelota

El Juego de Pelota fue un aspecto común en las civilizaciones del área cultural conocida como Mesoamérica, ya que era una representación ritual de la cosmovisión de las complejas sociedades que habitaban lo que hoy es la zona central del territorio de México hasta llegar a la denominada Zona Maya que incluye los estados actuales de Campeche, Yucatán, Quintana Roo y los países de Belice, Guatemala y Honduras.
El ritual del juego de pelota era importante ya que simbolizaba el acontecer cósmico, la lucha entre las fuerzas diurnas y nocturnas, que al estar acompañado de otros rituales como el sacrificio humano también se relacionaba con acontecimientos importantes de las civilizaciones antiguas, como los ciclos de fertilidad de la tierra, las entronizaciones y las guerras, para los cuales eran imprescindibles las ofrendas a las deidades del Sol y del Inframundo, entre otras.
El Juego de Pelota se llevaba a cabo en un patio en forma de I con unos marcadores de piedra empotrados en muros laterales que en algunos casos eran verticales y en otros se encontraban inclinados. Los marcadores eran aros que debían ser atravesados por la pelota de hule que los jugadores impulsaban principalmente con la cadera. Debido a que la pelota era muy pesada el juego tenía un alto nivel de riesgo y por lo tanto fue necesario utilizar protecciones en la cadera, piernas, rodillas, antebrazos y cabeza.
Ya que el Juego de Pelota era una actividad sagrada no cualquiera podía participar, pues además de la condición física se debía contar con una preparación religiosa especial. Para intervenir en una ceremonia donde lo que se representaba era el orden del universo los jugadores eran inducidos a realizar previamente ayunos y autosacrificios para purificarse. Por lo tanto era muy común que los participantes fueran los gobernantes de las ciudades, pues al ser considerados de origen divino tenían el deber de contribuir en la conservación del orden cósmico.
Como ya se ha indicado el Juego de Pelota y el sacrificio humano estaban estrechamente ligados, ya que se tenía la creencia de que al ofrendar la vida se contribuía a la continuación de los ciclos importantes para la subsistencia del hombre y de su entorno, pues en el fondo el sacrificio era una forma de retribuir a los dioses lo que ellos habían dado para que el hombre existiera, pues por citar algún ejemplo, de acuerdo al el mito maya de la creación, los dioses hicieron a los hombres al amasar maíz con su propia sangre (Popol Vuh).
Sin embargo, es importante destacar que existen muchas confusiones referentes a los sacrificios que se realizaban al concluir el ritual del juego de pelota, pues son muchos los que afirman que los sacrificados eran los perdedores, mientras que otros afirman que al contrario, se sacrificaba a los ganadores, ya que según los que apoyan esta teoría se tenía que ofrendar al mejor para agradar a los dioses. Lo cierto es que al parecer y de acuerdo a los últimos estudios no fueron sacrificados ni unos ni otros, ya que al ser sólo pocos los que podían participar en el Juego de Pelota, entre los que destacaban los supremos gobernantes, y además al ser un arte complicado llevar a cabo dicho ritual, no era lógico que se matara a los jugadores, todo parece indicar que los sacrificados era prisioneros de guerra, los cuales era investidos de un significado profundamente religioso y cosmológico, ya que sólo a través de su muerte era como se cumplía el papel religioso y político del rey de la región donde tuviera lugar el juego de pelota, pues es él quien podía perpetuar y ordenar el cosmos.
Sacrificar a los prisioneros no era importante solo por la sangre o los corazones que se ofrendaban, sino porque se sigue el antiguo ejemplo mitológico donde la destrucción conduce a la creación y a la perpetuación.

Garra de Jaguar: un gobernante olmeca, un jugador de pelota, un chamán, un guerrero

UN GOBERNANTE OLMECA, UN JUGADOR DE PELOTA, UN CHAMAN, UN GUERRERO.

Cuando hablamos de "Garra de jaguar", a nuestra mente vienen diversos gobernantes de la era prehispánica, vienen historias que se van complementando, hallazgos arqueológicos, guerras y sobre todo, nos revelan un mundo perdido en el tiempo que los arqueólogos van reconstruyendo.
Se dice que entre los Olmecas, por el año 750 A.C. vivió en La Venta Tabasco, un gobernante llamado "Garra de Jaguar". Su nombre se debía a su gran valor para la guerra y se dice que en ese año, se celebraría un gran evento: "la posición de las estrellas en la bóveda nocturna y la extensión de la sombra del sol en su viaje diurno indicaban que la tierra estaba preñada de nueva vida, una vez más, florecía la naturaleza..." Vendrían gobernantes y grandes señores de todas las latitudes.
Se cuenta de que hace muchos años en el mundo maya, los gobernantes de Tikal y Uaxactún se enfrentaron en el Juego de Pelota, "Garra de Jaguar" y "Rana Humeante", que eran hermanos, jugaron un mano a mano para consagrar un nuevo campo de juego y concluir su iniciación como chamanes y su transformación en seres sagrados.De esta forma, recordaban a Hunahpú e Ixbalanqué, quienes vencieron en el Juego de Pelota a los dioses de la muerte y se convirtieron en el Sol y la Luna de la actual era del cosmos. Luego, seguirían jugando para influir sobre el ciclo del sol para que el universo persistiera y mantuviera su orden.
La historia más importante que recordamos, se refiere al gobernante de Calakmul "Garra de Jaguar". Se cuenta que hace muchísimos años, se vivió una Guerra muy intensa entre Tikal y Calakmul que en esos tiempos eran las principales urbes