lunes, 20 de noviembre de 2006

De resistencia indígena: los Mayas de Yucatán durante el Gobierno de Porfirio Díaz.

En momentos en que el gobierno foxista anuncia medidas para borrar de un plumazo nuestra historia, al intentar desaparecer de los planes de estudio de secundaria la historia prehispánica o bien, intentos por mercantilizar la cultura y las zonas arqueológicas, se plantea de manera urgente, la tarea de rescatar nuestra historia y nuestro patrimonio cultural para que no quede en manos de unos cuantos empresarios.Ejemplos de mercantilización de la cultura hay varios, desde los cobros de $50 extras para entrar a Chichén Itzá o Uxmal, o la pretensión de construir un Wal-Mart a unos metros de Teotihuacan son algunos de esos hechos que nos llenan de enojo y nos animan a continuar ésta ardua tarea por rescatar nuestros espacios y defender nuestra cultura.
Presentamos un texto que refleja la situación de los indígenas de Yucatán a finales del gobierno de Porfirio Díaz, para darnos cuenta que pasan los años y la situación de los indígena son cambia, sino que por el contrario, empeora más.
Se dice que desde la Colonia, los mayas de Yucatán han resistido a sus opresores dando lugar a levantamientos y hazañas heroicas a lo largo de la península yucateca.En este lugar, durante el gobierno de Porfirio Díaz se vivía una situación muy difícil. Estaban en boga las haciendas y en particular, la industria del henequén. A medida que el cultivo del henequén se industrializaba, los capitalistas se dedicaban al despojo sistemático de los pueblos y arrancaban a los indígenas de sus cultivos agrícolas para aumentar la oferta de trabajadores y reducir los salarios.
Esta situación, que se fue agudizando con el desarrollo de las haciendas, generó un proceso de explotación y miseria en amplias regiones de nuestro país, afectando principalmente a las comunidades indígenas. Diversos autores, entre ellos B. Traven documentaros este periodo del gobierno de Porfirio Díaz en Chiapas, en Yucatán, en Oaxaca.
Se cuenta que en Yucatán se vendían a los indígenas como esclavos a los hacendados henequeros. Los indígenas eran arrancados de sus lugares de origen y en muchos casos se les traía desde el norte del país para venderlos en Yucatán o deportarlos a Cuba en calidad de esclavos. Este mecanismo también era utilizado para "aislar a los elementos perturbadores del orden establecido" (sic).Los indígenas eran vendidos "a razón de 65 pesos por cabeza, sin distinguir entre hombres o mujeres, niños o ancianos, repartiéndose el botín entre las autoridades y los militares que intervenían en las operaciones de arrancamiento, consignación, transporte y entrega".Esta situación se volvía insoportable y orilló a los indígenas a huir hacia la selva, buscando lugares inaccesibles, para resistir y vivir libremente. A diario salían cuadrillas de soldados para "cazar" a los indígenas que huían a un territorio mítico llamado Chan Santa Cruz donde podían ser libres.
Ermilo Abreu, nos cuenta de éste lugar fundado en tiempos de la Colonia. Se dice que uno de los cabecillas de la rebelión maya llevaba meses huyendo por los bosques, en completa soledad y encontrando desolación y muerte a su paso, pues encontraba los cadáveres de sus compañeros que no habían tenido tanta suerte. En esas andaba, escondiéndose en los árboles, cuidándose de los animales y de los soldados y cuando ya se resignaba a morir de sed, "descubrió un manantial que corría entre guijos y pedruscos. En aquella tierra árida, sin ríos ni lagunas, un remanso como aquél era un milagro del cielo. Sus ojos no se cansaban de contemplarlo, deleitándose con el correr de sus aguas mansas y cristalinas. Hombre de fe, tomó unas ramas y con ellas hizo una cruz y la plantó cerca del manantial.
"Entonces corrió en busca de de sus compañeros que vagaban por el bosque, los llamó y sus gritos se extendieron como el clamor por la anchura de aquella soledad. Corrió la noticia del hallazgo y, en poco tiempo, el sitio se convirtió en un bullicioso hormiguero de gente…."A partir de esas fechas Chan santa Cruz o, "Pequeña Santa Cruz", se convirtió en un centro de resistencia y aunque el gobierno mandó diversos grupos desde Valladolid para tomar el sitio, nunca pudieron derrotarlos. Desde esas épocas, los indios llegaban ahí para ser libres y romper sus cadenas.
Han pasado muchos años y la situación no cambia para nuestros hermanos indígenas. Muchas han sido las humillaciones que han sufrido. Ayer eran las haciendas del henequén, hoy, las modernas instalaciones turísticas que han arrancado a los indígenas de sus lugares de origen convirtiéndolos en simples "empleados" en condiciones muy precarias, modificando sus costumbres y lenguaje, mercantilizando su cultura, sus tradiciones y convirtiendo sus sagrados sitios arqueológicos como Chichón Itzá o la grande Uxmal en centros privados.
Textos consultadosABREU GOMEZ, Ermilo"La conjura de Xinum", Lecturas Mexicanas No 87, SEP.MANCISIDOR, José"El fin del Porfiriato", Cuadernos mexicanos, SEP-CONASUPO

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